jueves, 19 de agosto de 2010

Día 19: Viaje a McLeod Ganj

Hemos quedado con Amaia y Sergio para ir a desayunar, hacer check-out y conseguir un taxi que nos lleve a Dharamsala. Entre cuatro el precio sale bien y no hay comparación entre ir con un coche con aire acondicionado o con un autobús regular cochambroso.
Nos reencontramos y vamos a meternos un buen desayuno porque se prevee que comeremos tarde. Vamos a una agencia a por el taxi, y resulta curioso como en un minuto tienes un coche preparado para irte a 500 kilómetros.
El trayecto deAmritsar a Dharamsala es largo, pero se hace agradable. El chófer es del tipo responsible, muy bien. Por el camino, hablando con Amaia y Sergio, van pasando las horas sin darnos cuenta. Hacia el final empieza a llover potente y acojona un poco, por momentos, parece que hasta nos podmeos encontrar alguna carretera cortada, pero al final bien. A eso de las 16 llegamos a Dharamsala, como la ciudad en sí no tiene mucha cosa, y los turistas solo la solemos utilizar para saltar a McLeod que está a unos 10 kilómetros, le pedimos al del taxi que por unas rupias más nos suba a McLeod. El tío que hasta ese momento había sido amable, saca todas sus habilidades y tras un duro regateo se sale con la suya pidiéndonos un poco más de lo razonable, pero entre 4 no es nada la diferencia.
Bajamos del coche y por enésima vez en este viaje tenemos la sensación de haber llegado a otro mundo en el otro mundo que es la India. Qué país. Cuantos contrastes. McLeod Ganj pertenece a la región del Hichamal Pradesh, y como indica el nombre ya está en las proximidades del Himalaya. El pueblo en sí está a 2 mil metros de altura, y las montañas que rodean, llegan a los 5 mil. Viniendo de semanas por tierras desérticas, asfixiantes, superpobladas, con gente que agobian al turista, llegar aquí, que es un remanso de paz, con un clima y paisaje de montaña, y encima con la influencia del exilio tibetano que ha transformado todo en algo aun más acogedor… la María desde que puso el pie en tierra se flipó con el lugar. Sin duda es un sitio ideal para pasar los últimos días en la India.
Vamos al hotel que nos recomendó la Concha en el avión, pero no tienen habitaciones, preguntamos en un par más por esa calle y acabamos en el Kunga Guesthouse, nos ofrecen dos habitaciones, una con vistas y otra sin, la sorteamos con una moneda al aire, Ganesh está de nuestra parte y nos quedamos la de la vistas.
Vamos a comer al McLlo, recomendable también, exhibian orgullosos la foto de Pierce Brosnan comiendo allí. En la carta agradecían al Dalai Lama su presencia en el pueblo.
Toda la tarde seguimos de charla con Amaia y Sergio, paseamos un poco por las calles de McLeod, es superagradable, nadie agobia y mucha gente te sonrie. Buscamos una cafeteria para tomar algo y acabamos en el restaurante del Guest House que hacen unas tartas muy buenas.
A descansar, la idea es estarnos aquí un par de días más, simplemente disfrutando del relax de un pueblecito de montaña…

No hay comentarios:

Publicar un comentario